Organizaciones de todo el sur de la Florida se concentraron en las afuera de la oficina de Servicios de Inmigración y Ciudadanía de los Estados Unidos, ubicada en el 8801 NW 7th Ave., para pedir la extensión del TPS, que expirará el próximo 22 de julio.
Los activistas están instando al Departamento de Seguridad Nacional a renovar el estatus temporal de protección para los haitianos, señalando que la ley federal sobre TPS no especifica el comportamiento del receptor como criterio para extender el programa. De hecho, quienes reciben el estatus protegido son sometidos a una extensa investigación previa.
A principios de esta semana, el secretario John Kelly pidió al Departamento de Seguridad Nacional el personal para investigar la historia criminal de miles de haitianos que viven en los Estados bajo protección, lo que ha generado un fuerte rechazo.
El Congreso de Estados Unidos, creó el TPS en 1990 para personas cuyos países están demasiado devastados por desastres políticos o naturales, y fue el gobierno del expresidente Obama el que otorgó a Haití, en el año 2010, un estatus de protección temporal tras el terremoto que devastó a la isla dejando más de 220.000 muertos y un millón y medio de desplazandos.
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Pedro Gassan, miembro de la Asociación de Abogados de Haití, afirma que los inmigrantes haitianos ven a Estados Unidos como un país de esperanza, cambio y estabilidad económica, insistiendo en que la situación actual del país sigue siendo critica, por eso el llamado al presidente Donald Trump para que se extienda el TPS.
