Una investigación de Bloomberg firmada por Ben Bartenstein refiere que Siria y Venezuela conspiraron en los últimos años, para evadir las sanciones internacionales contra Siria, a través de un acuerdo secreto para transportar su crudo a través de Rusia al Caribe.
El plan, anteriormente no divulgado, tenía como objetivo vender petróleo sirio con un gran descuento a Venezuela, a través de una empresa rusa que lo enviaría a Aruba para refinar y distribuir en gasolineras en Estados Unidos y otros lugares, según docenas de correos electrónicos, documentos y entrevistas.
Acuerdo para refinar el petróleo sirio en el Caribe
Conversaciones muestran cómo dos naciones marginadas trataron de ayudarse mutuamente. Siria y Venezuela conspiraron en los últimos años para evadir las sanciones internacionales contra Siria a través de un acuerdo secreto para transportar su crudo a través de Rusia al Caribe.
Para Venezuela, esta estrategia parte de una agenda internacional iniciada por el fallecido presidente socialista Hugo Chávez, que ha convertido al país en un aliado de Irán y Cuba. Ahora, bajo el liderazgo de su discúpulo discípulo, Nicolás Maduro, Venezuela está desesperado por dinero en efectivo después de años de mala administración gubernamental que llevó la producción de petróleo a un mínimo de tres décadas, hundió a la economía en una depresión y alimentó semanas de mortales protestas a nivel nacional. La iniciativa siria subraya las ambiciones internacionales de Venezuela, indicando que su actual crisis podría tener repercusiones mucho más allá de sus costas.
No está claro si el plan todavía está bajo consideración. Una pieza clave es Wilmer Ruperti, un comerciante venezolano de petróleo quien se hizo enormemente rico por su cercanía a el gobierno chavista, reconoció en una entrevista por teléfono su participación, pero dijo que ya no tiene un papel en la estrategia. Funcionarios sirios se le habían acercado a él a principios del 2012 durante una fiesta en el Club Sirio de Caracas.
En ese momento, Ruperti comenzó a alquilar una lujosa casa de huéspedes en la costa norte de Aruba para explorar una refinería y conocer a un agente de bienes raíces local, Oscar Helmeyer.