El Gobierno de Brasil repudió este viernes “en los más fuertes términos”, la condena realizada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (cidh) y la oficina del Alto Comisionado de la Organización de las Naciones Unidas ante los Derechos Humanos (Acnudh) por el “uso excesivo de la fuerza” en las violentas protestas del miércoles en Brasilia. EFE
La Cancillería brasileña, en un comunicado, lamentó “el tono desinformado y tendencioso del comunicado conjunto” emitido hoy por las dos entidades, en el que criticaron la actuación de la Policía militarizada en la capital brasileña para “reprimir” las protestas que pidieron la dimisión del presidente Michel Temer, acorralado por denuncias de corrupción.
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Según la nota, “causa espanto la ligereza con la que la ACNUDH y la CIDH de forma fantasiosa quieren inducir a creer que Brasil no dispone de instituciones sólidas, dedicadas a la protección de los derechos humanos y consolidados en un Estado democrático de derecho”.
Para el Gobierno brasileño, la nota “se aleja de los principios que deben fundamentar la acción de estos órganos, entre los cuales el elemental respeto a la verdad de los hechos”.
Brasil también lamentó que “en ningún momento los autores de la nota se preocuparon con la amenaza a la seguridad de los empleados públicos y de los manifestantes pacíficos expuestos a violencia sistemática y claramente premeditada”.
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Igualmente criticó que “en una actitud que roza la mala fe, la nota evoca un episodio de violencia agraria en el sur (del estado) de Pará, que no tiene cualquier relación con los acontecimientos del último día 24”, en alusión a la matanza de 10 campesinos en una hacienda en el norte del país a manos de la policía.