Da igual la entidad del rival. Rafael Nadal es el rey de la tierra y de París. En otra exhibición del tenis, el español se clasificó para su vigésimo segunda final de ‘Grand Slam’, décima en Roland Garros, tras derrotar a Dominic Thiem por 6-3, 6-4 y 6-0, en 2 horas y 7 minutos. Sólo Roger Federer, con 28, se plantó más veces en una última ronda.
Sus registros en la arena son más de una máquina que de un ser humano: 23 partidos ganados de los 24 en la gira europea de arcilla, 101 victorias de 103 en duelos a cinco sets en superficie lenta y 78 triunfos en los Internacionales de Francia por escasamente dos derrotas.
El austriaco, el único verdugo de Nadal en la presente gira de polvo de ladrillo, le superó en los cuartos del Masters 1.000 de Roma, no pudo con el peso de los efectos del campeón de 14 grandes, en especial los generados con su mortífera derecha, y su ritmo de crucero, más elevado que cualquier otro ‘terrícola’.
Cuando Thiem armaba el brazo ya tenía la pelota encima. El 0-1 inicial para el derrotado fue más un espejismo que una realidad de lo que iba a pasar después.
¡Vinotinto Sub 20 a la final del Mundial!
A pesar del retraso que se llevaba con el inicio de la segunda semifinal por la larga duración de la primera, el partido entre Nadal y Thiem tuvo que empezar más tarde de las seis porque la organización había vendido doble entrada y se tuvo que desalojar la Philippe Chatrier para dar entrada a los nuevos espectadores.
Vía Marca