No hubo copa, pero sí esperanza. La mini vinotinto logró algo inédito en el fútbol nacional y no, no fue llegar a una final (que también lo es). La selección Sub 20 hizo que el resto del planeta se preguntara: “¿Quiénes son estos chamos?”.
Ricardo Moros/Venezuela Al Día
Es pronto para que se den cuenta. Pasarán días para que los protagonistas asimilen lo alcanzado y años para lograr entender la magnitud de la hazaña de estos héroes venezolanos. Una final no la juegan todos, como tampoco siempre la gana quien se lo merece. Así es el fútbol y punto.
No hace falta crónica del partido. Inglaterra ganó con un solitario gol, el cual provino de una falta mal señalada. Venezuela levantó vuelo y piropos en la segunda mitad y falló una pena máxima, que dolió, pero reiteramos, así es el fútbol.
Se cayó con las botas puestas, luchando, entregando el resto hasta el final. Dudamel reunió talento, trabajo y los jugadores aportaron compromiso, entrega y lucha. ¿Qué más se les puede pedir?
El que se cansa pierde, y ellos no se cansaron. Tampoco perdieron. Ganaron millones de corazones que hoy gritan con orgullo ¡Somos Vinotinto!
Ellos nos regalaron goles, alegrías y esperanza.
Gracias por tanto.