“El 23 de enero de 1958 es un día histórico que condensa, victoriosamente, 10 años de lucha. Con éxitos y errores, de 1948 a enero del 58 la resistencia no cesó un solo día, y fue así como se logró derrocar a una dictadura militar para abrirle paso al país a una democracia que duró 40 años”. Así lo resume uno de los protagonistas de este sangriento período de la historia contemporánea de Venezuela, Pompeyo Márquez.
Pedro Eduardo Leal / Venezuela Al Día
Con casi 95 años de vida, y 80 de lucha por su país, el Santos Yorme que enfrentó a Marcos Evangelista Pérez Jiménez desde las trincheras del Partido Comunista de Venezuela (PCV) describe, con lucidez, lo más cruento de lo que califica como la era de mayor represión en la historia republicana de Venezuela.
Marcha opositora llegará hasta el CNE por el “rescate de la democracia”
Habla del asesinato de Delgado Chalbaud, se refiere a la estafa electoral de 1952, rememora la noche que asesinaron a Leonardo Ruíz Pineda, cuestiona los llamados a abstención de los partidos de oposición, salta al plebiscito, y alaba la capacidad que tuvieron en 1957 para cerrar filas, unidos, contra la dictadura; por mencionar solo a algunos de los episodios más significativos de este régimen oprobioso.
En este sentido, menciona los sacrificios personales que tuvo que hacer para mantenerse en el frente de batalla: 12 años de clandestinidad, nueve años de prisión y su familia en el exilio en la Unión Soviética, por referirse a lo más difícil de este período de su vida.
No se arrepiente y repite que bien valió la pena para tener 40 años de democracia. Sobre el 23 de enero, suma, que la enseñanza fundamental fue la unidad nacional que se selló con el Pacto de Nueva York, fimado por Rómulo Betancourt (AD), Jóbito Villalba (URD) y Rafael Caldera (Copei).
- ¿Sospechaba la oposición que el 23 de enero caería la dictadura?
Si alguien a mí me hubiera dicho en diciembre de 1957 que la dictadura iba a caerse, mi respuesta habría sido: “tú estás loco, chico, estás pensando en pajaritos preñados”, y es que fue a partir de 1956 que comienza a comprenderse que ninguna fuerza por si sola era capaz de derrocar a la dictadura.
Una de las primeras conclusiones fue cesar las descalificaciones entre nosotros, lo cual no quería decir que no había críticas. Los cuatro partidos (AD, URD, Copei y el PCV) conforman una pequeña plataforma con una meta fundamental: el regreso de la democracia.
- De esta plataforma política que habla a la huida de Pérez Jiménez hay mucho trecho…
El dictador, tomando la experiencia del 52, al cumplirse el momento en que debían celebrarse elecciones presidenciales, cambia arbitrariamente por un plebiscito. Nosotros llamamos, todos unánimemente, a la abstención. Luego de este segundo golpe de estado electoral el país se mantuvo en tensa calma.
En imágenes: Así resguardan las sedes del CNE en todo el país
Pero hay un hecho que cambia por completo el panorama, y no es otro que el alzamiento de Hugo Trejo y Martín Parada, oficiales de la aviación y del batallón de moto blindado, respectivamente. A pesar de que resultan derrotados, esto dejó en evidencia que en el seno de las Fuerzas Armadas había gente institucionalista.
- ¿Cuál es entonces el punto de inflexión real de Pérez Jiménez?
El 10 de enero se produce un cambio de gabinete, y salen Pedro Estrada y Laureano Vallenilla, a quienes, junto a Pérez Jiménez, denominábamos la trilogía del terror. Comienza a verse el debilitamiento extremo del Gobierno de Pérez Jiménez, lo que da un gran impulso a las acciones de calle. A pesar de toda la represión existente, el pueblo volvió a tomar la calle.
Entonces, se produce la huelga estudiantil, en el Fermín Toro, y se llama a una huelga general en la zona metropolitana, cuyo anuncio oficial de era la no aparición de la prensa. Los periodistas jugaron un papel determinante, como lo hicieron los estudiantes, un sector de vanguardia.
El país se le sale de control, el dictador se ve acorralado, y en la madrugada del 23 de enero huye en la vaca sagrada.
- El Gobierno insiste en tergiversar los 40 años de democracia que comenzaron en 1958 ¿Puede ud. reivindicarlo?
Fueron 40 años y más allá de todas las deficiencias y errores cometidos, había libertad, separación de poderes, libertad de expresión y de movilización. La represión que hubo en ese período se debió al error de un sector de la izquierda, en la cual nos encontrábamos nosotros,de insistir en levantarnos contra un gobierno que había surgido apenas en 1959, y que había sido fruto de nuestras luchas.
Los alzamientos militares inspirados por nosotros de Carúpano y Puerto Cabello, fueron errores realmente colosales. Esto obedeció a que nos contagiamos con el triunfo de la revolución cubana y la creación de grupos guerrilleros en varios países de América Latina.
- ¿Ud. que es defensor de la MUD, qué le falta para convertirse en una oposición férrea como la que tumbó a Pérez Jiménez?
No solo soy defensor, creo ser inspiración para mis compañeros de la Mesa de la Unidad Democrática. Así como el 23 de enero sintetiza 10 años de combate, hoy la MUD simboliza 17 años de combate contra esta dictadura militar.
- ¿Considera que hace falta un relanzamiento o eliminación de la MUD?
Sería un crimen verdaderamente destruir la MUD o crear otro grupo paralelo, la unidad está consolidada, debemos ampliarla. Como el 23 de Enero, debemos avanzar a una gran unidad nacional.
Hay que ampliar la MUD, sin dudas, y es que creo que llegó el momento de demostrarle al país que somos una fuerza beligerante capaz de asumir el poder e iniciar la reconstrucción de Venezuela. Esto va másallá de un líder, un partido, un sector social, se trata de salvar a un país que está en sus condiciones más miserables de las últimas décadas.
- Simón Alberto Consalvi escribió que 1957 fue el año en que los venezolanos perdieron el miedo. ¿Cómo espera que se recuerde el 2017?
Hay que ver este 2017 como un año de esperanza, en el que podamos salimos de Maduro y de su régimen, y Venezuela entre a vivir una era democrática, de modernidad, de progreso, sin presos políticos, y en el que puedan regresar los exiliados.
- ¿No es como ingenuo pensar que esto pueda suceder con un simple diálogo con el Gobierno?
Lamentablemente las presiones del Papa Francisco y Thomas Shannon, del departamento de Estado de Estados Unidos, detuvieron un ascenso de masas que venía en forma impetuosa, pero la intención de estos personajes era impedir una guerra civil en Venezuela.
No es de ingenuos cuando lo que está planteado es sacar al Gobierno, cambiar de régimen, cambiar de modelo económico, y entablar la democracia y las libertades. Ese es el centro de la lucha hoy, derrotar a la dictadura.
- ¿La enseñanza fundamental del 23 de enero que pueda dejarle hoy a quienes hacen frente a este Gobierno?
La enseñanza fundamental del 23 de enero, la unidad nacional. Como lo logramos en 1957, debemos avanzar a una gran unidad nacional. En 1957 los estudiantes solos no pudieron tumbar gobierno. Hoy el escenario es otro, nosotros apostamos a la salida constitucional de Nicolás Maduro y para eso debemos estar todos unidos.
- ¿A esta unidad le harán falta los militares?
Moisés Naím, en uno de sus últimos libros, habla de que los regímenes tiránicos no desaparecen, sino actúa un sector de la FAN. Esa es la experiencia histórica de Venezuela, por lo que no podemos prescindir de los militares, los necesitamos para reconstruir un país destruido, así como una unidad nacional que garantice que las medidas que se van a adoptar, sean adoptadas en consenso.
- ¿Qué opinión le merece que ahora el Gobierno utilice a Fabricio Ojeda como bandera política?
Es una pantalla de una dictadura que quiere disfrazarse de democracia.
- ¿Si vuelve a nacer Pompeyo Márquez volvería a dedicar su vida a la lucha por la democracia?
Si vuelve a nacer Pompeyo Márquez, entraría de nuevo a la Federación de Estudiantes, donde comenzó todo en 1936, y dedicaría de nuevo 80 años de mi vida a la lucha por Venezuela, por su pueblo, su soberanía, su libertad y su independencia.