El hecho ocurre apenas horas después de que Nicolás Maduro ordenaba una investigación para la “búsqueda y captura” de las personas que “escrachearon” a la rectora del Consejo Nacional Electoral por ser cómplice de la fraudulenta Constituyente del domingo 30, día en que la dictadura asesinó a más de 10 ciudadanos que manifestaban su desacuerdo con la trampa electoral.
Redacción Venezuela Al Día
El fiscal designado por la fraudulenta Constituyente, Tarek William Saab, inició unas investigaciones que, como suele pasar con el régimen, terminan culpabilizando a quienes menos responsabilidad en el asunto tienen, en este caso, el local Mi Negocio, lugar donde Socorro Hernández fue encarada por ciudadanos hastiados del régimen y que fue sancionado con el cierre temporal.
“¡Asesina, ladrona, cómplice!”, fueron parte de las palabras por las personas enardecidas quienes a la vez la instaron a hacer sus compras en un Bicentenario, promovido por el Gobierno que tanto apoya, y no en ese supermercado ubicado en la Alta Florida.
Sancionado Mi Negocio, local en el que escrachearon a la rectora Socorro Hernández. Foto: Cortesía. pic.twitter.com/gZBRvrCf6X
— Ingrid Bravo Balabu (@ingridbbalabu) August 7, 2017
Luego de recurrir a su verbo violento donde incluso ha amenazado con armas a quienes se le oponen, Maduro instó a detener el odio y a capturar, enjuiciar y castigar de manera inmediata a “la gente que agreda por su locura de odio en territorio nacional”.
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La confrontación a funcionarios y ex trabajadores del régimen se han hecho cada mayor, incluso en el exterior, donde quienes suelen hablar de “socialismo” y “revolución”, han sido visto gozando de lujos en finos restaurantes costosos, conduciendo autos costosos y disfrutando de una vida muy cómoda mientras los venezolanos son aquejados por la inseguridad, la escasez y la inflación.