Ministros de Relaciones Exteriores y representantes diplomáticos de 17 países de América condenaron el martes la ruptura de la democracia en Venezuela, y desconocieron la reciente instalación de una Asamblea Constituyente, en una reunión en Lima. AFP
n un comunicado leído a la prensa por el canciller peruano Ricardo Luna, expresaron “su condena a la ruptura del orden democrático en Venezuela” elegida el 30 de julio, que suplantó a la Asamblea Nacional controlada por la oposición, y “su decisión de no reconocer a la Asamblea Constituyente” y los actos que emanen de ella.
Diosdado se pica con Nicolás por bloquear sus oscuras intenciones https://t.co/BJgPlhurTP pic.twitter.com/gO28GOn7Bt
— Venezuela al Dia (@venezuelaaldia) August 8, 2017
También entregaron “su pleno respaldo y solidaridad con la Asamblea Nacional” (Parlamento), de mayoría opositora, “democráticamente electa”.
En el documento, suscrito tras siete horas de reunión en la capital peruana, mostraron también “su condena a la violencia sistemática a los derechos humanos y las libertades fundamentales, a la violencia, la represión y la persecusión política, a la existencia de presos política y la falta de elecciones libres”.
En el acta, suscrita tras siete horas de reunión en la capital peruana, condenaron tambien “la violencia sistemática a los derechos humanos y las libertades fundamentales, a la violencia, la represión y la persecusión política, a la existencia de presos política y la falta de elecciones libres”.
La Asamblea Constituyente, un “suprapoder”, legislará hasta por dos años –más allá de la culminación del mandato del presidente Nicolás Maduro– para reescribir la Carta Magna de 1999 y al mismo tiempo tomar otras decisiones de efecto inmediato.
Para la oposición, que no participó en la conformación y elección de sus miembros, esta entidad permitirá que Maduro se perpetúe en el gobierno.