La ruptura del hilo democrático en Venezuela preocupa a la comunidad internacional, cada vez más alerta ante la violación sistemática de los derechos humanos, el secuestro de los Poderes Públicos, la persecución a la disidencia y la crisis humanitaria que se agudiza a niveles desesperantes.
Redacción Venezuela Al Día
Varios son los países que se han pronunciado sobre la crisis, instando a una pronta solución que retorne la democracia al país, el más contundente de ellos sin duda Estados Unidos, cuya mandatario Donald Trump lanzara recientemente la advertencia de una posible “acción militar”, dos palabras que han causado una especie de “paranoia” en la población y que en muchos casos han sido desvirtuadas con lo que realmente podría implicar para los venezolanos.
Desde el régimen se enfila una campaña aseverando que “toda acción militar”, implica bombardeos, decesos de millones de civiles y devastación. Todos han afirmado que se trata de una injerencia que agravará la crisis y que traerá más muerte al país. Pero la historia demuestra que varios de estos operativos, lejos de empeorar las situaciones en la región, lograron sus objetivos sin pérdidas que lamentar, muy por el contrario, estas acciones retornaron el estado democrático y la justicia para bien de los países y el hemisferio.
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Trascurría el mandato del presidente hondureño, Manuel Zelaya Rosales en 2009, quien en plena violación de la legislación destituyó al jefe de las Fuerzas Armadas, el general Romeo Vásquez, por negarse a colaborar en la preparación de una consulta electoral que buscaba su perpetuación en el poder. a madrugada de ese domingo, un grupo de militares irrumpió en la residencial presidencia y, aún en pijamas, sacaron a Zelaya de la cama para arrestarlo y expulsarlo del país.
El entonces mandatario acusó a Estados Unidos de estar involucrado en el alzamiento militar pues asegura que el avión que lo transportó a Costa Rica se detuvo en Soto Cano, una base aérea de Honduras en la que se encuentran instalados 600 militares estadounidenses, incluyendo soldados, marineros y pilotos. Estados Unidos desconoció tal señalamiento.
Posteriormente, el Congreso separó a Zelaya del poder por “polarizar a la sociedad” y eligió al vicepresidente de la Cámara, Roberto Micheletti, como nuevo presidente de Honduras hasta las elecciones de 2010.
La historia recuerda la Operación Defender la Democracia, una operación militar realizada en 1994 por Estados Unidos cuyo objetivo fue restaurar la democracia en Haití mediante la eliminación del régimen militar de facto, y posteriormente devolver al poder al legítimamente electo, Jean-Bertrand Aristide depuesto ilegalmente por el ejército de la Corte Suprema de Justicia.
Un total de 3.900 paracaidistas estadounidenses participaron en la operación y aún en el aire, cuando las autoridades haitianas acordaron una transición pacífica del gobierno y la entrada permisiva de las fuerzas internacionales. El ex presidente Jimmy Carter dirigió las negociaciones de salida con los líderes de facto de Haití, lo que permitió la cooperación de una misión de paz de la ONU y la posterior restauración del gobierno legítimo de Aristide.