Plataformas electrónicas caídas, es la respuesta común con la que se encuentran ciudadanos que buscan apostillar sus documentos y salir de Venezuela en búsqueda de un futuro mejor.
Daniela Martin/Venezuela al Día
Se vuelve parte de lo cotidiano el hecho de que los servicios públicos con alta demanda presenten inconvenientes de este tipo. Fallas para trámites legales parecen ser la orden del día en un país donde “lo más buscado” se resuelve con “manos negras”.
Ha pasado con las solicitudes de pasaportes, las licencias para conducir y hasta con los alimentos y medicinas -básicas para la supervivencia humana-, que no escapan de esta indeseable lista.
La legalización de documentos universitarios o papeles de carácter civil pasaron a forma parte de esta lista, consecuencia de una temporada oscura en la historia de los venezolanos, donde el “chanchullo” se ha vuelto uno de los principales mecanismo para sobrevivir.
La viveza criolla se ha transformado en abusar de la necesidad y desesperación del otro. ¿Lograr una cita para apostillar? Casi imposible. Quienes aspiran a ello, deben permanecer horas y horas frente al computador para lograrlo, si es que llega a suceder, en un estado que ni les corresponde.
Altos costos para apostillar: Otro obstáculo para irse de Venezuela
¿La razón? Una pequeña mafia apoderada del sistema electrónico para las citas en el Ministerio de Relaciones Exteriores, que estrecha cada vez más la posibilidad de salida de sus “compatriotas”.
Ya lo han confesado funcionarios de otros organismos del Estado. El bloqueo del sistema funciona como “embudo” para aumentar la cantidad de solicitudes y así poder cobrar por “agilizar”.
Son los más urgidos los vulnerables de estos “servidores” públicos, quienes atribuyen a los bajos salarios, esta novedosa modalidad. “Como no nos han aumentado, mandamos a bloquear el sistema de pagos y así nos rebuscamos”, reveló una fuente recientemente a un medio nacional.
Y es que la falta de empleo, así como los bajos salarios y la creciente inflación son parte de una crisis económica que ha logrado sacar a la luz un sistema inescrupuloso que solo busca el bien personal, pasando por encima incluso de la ética.
“Cuando me preguntan en Italia si es verdad que no dejan salir a los Venezolanos de su país, contesto que es mentira. Lo que es sí es cierto, es que cada vez se nos estrecha más la puerta. Sacar un documento cuesta diez veces más y el costo se multiplica con los días”, dijo el ciudadano Alfredo Guanzetti en entrevista a El Universal.
Otros apurados por “agilizar”, simplemente se limitan al mercado de gestores, que cobran de acuerdo a su conveniencia -de forma indiscriminada-, aportando un granito más al modelo corrupto del chavismo que los ha impulsado a ello.
