Tras la detención del ex novio de María Gabriela Chávez, el actor Manuel “Coco” Sosa, la novela de la hija de Hugo Chávez no culmina. Y es que el hecho que Sosa fuese detenido por haber incurrido en corrupción con la estatal petrolera Pdvsa, no pone punto final a la historia que retumba en la palestra pública.
Adry Perdomo/ Venezuela Al Día
Los rumores de la relación de María Gabriela con el reconocido actor, iniciaron en marzo de 2013 cuando este apareció en el funeral de Hugo Chávez. Allí, en el Cuartel de la Montaña se dejó ver al lado de la hija de la comandante.
Mes y medio después, exactamente el 19 de abril, Manuel asistió a la juramentación del presidente Nicolás Maduro en la Asamblea Nacional (AN) en compañía de la actual embajadora alterna de Venezuela ante la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Un día después la infanta, confirmó el rumor que ya media Venezuela sabía. A través de su cuenta en Instagram publicó una fotografía con Sosa de lo más “acaramelada”. “Con tooooodo nuestro amor para ustedes. Se les quiere“, escribió al pie de la imagen en la que ambos aparecen abrazados.
– Del amor al odio –
La relación acaramelada duró poco. Y en agosto de ese mismo año, la favorita del “comandante” hizo semejante show tal “mujer amotinada”. Sosa estaba siendo buscado como palito e’ romero para que devolviera todos los lujosisimos regalos que había recibido de parte de Gabriela, desde una tablet hasta una camionetota.
Tal parece que Sosa había desterrado a la Chávez por una nueva pajarita; la exanimadora de Portada´s, Osmariel Villalobos.
Sin rastros: “Coco” Sosa hace limpieza total en su Instagram
Más tarde, lo que podría ser o no una venganza, María Gabriela lo tomó a la ligera. Pues Roberto Leyba, medio hermano del “Coco” era el nuevo acompañante de la hijita consentida de Chávez. El asunto no fue confirmado hasta octubre gracias a una publicación en su Instagram.
El noviazgo de “la heroína”, como la llamaba Fidel Castro, con Roberto Leyba iba viento en popa hasta el año pasado, pues se comentó que estaban planificando su boda, pero el asunto quedaría hasta allí. Hasta entonces, su vida ( o lo que ha dejado ver) se mantiene lo más lejos posible de las lenguas criticonas.
¡Total, ya es millonaria, con un trabajo al que nunca va y vive una buena vida gracias a la “revolución”!