El actor había sido imputado por orden de la Fiscal Ortega Díaz por irregularidades en el otorgamiento de órdenes de compra con sobreprecios vinculadas a su empresa Suministros Gramal C.A y una filial de Pdvsa.
Redacción Venezuela Al Día
Propia de un guión de telenovela ha resultado la historia del actor Manuel “Coco” Sosa, quien luego de convertirse en un cotizado protagonista de la televisión nacional, vincularse afectivamente con una de las hijas de fallecido Hugo Chávez, reaparece en el ojo del huracán por haber sido apresado por su presunta responsabilidad en hechos de corrupción.
“Coco” Sosa, quien luego de manifestar su apoyo al oficialismo incluso fotografiándose con Maduro y otros artistas durante actos proselitistas, se residenció en la ciudad de Miami desde donde ostenta un lujosa vida, tanto el el gym como en la playita, momentos que han quedado totalmente borrados de su cuenta en Instagram dejando en cero publicaciones tras su detención.
El actor, actualmente recluido en la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar, es propietario de una empresa llamada Suministros Gramal C.A., inscrita en el Registro Nacional de Contratistas desde mayo del 2015 y cuyo socio sería el ciudadano Alí Ramos, de acuerdo a los datos descritos por Runrunes.
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Dicha compañía le habría suministrado a Petropiar, una empresa mixta filial de Petróleos de Venezuela, dos impresoras HP Color Laserjet Serie CP5525 por una suma de 156.444,44 dólares cada una. Sin embargo, en el mercado estas mismas impresoras sin ningún tipo de descuento tienen un valor de 3.500 dólares, lo que evidencia una sobrefacturación de 152.666, 66 dólares
El largo expediente data desde hace más de diez años cuando su “amistad” con María Gabriela Chávez acaparó las primeras planas, y pese a sus negativas, la prensa dio por confirmada dicha relación, tras las frecuentes apariciones públicas, romance que al parecer no habría concluido en muy buenos términos.
