Los restos mortales de uno de los cuatro militares estadounidenses que murieron en una emboscada en Níger a comienzos de mes fueron recibidos hoy con honores en el Aeropuerto Internacional de Miami por autoridades, su viuda y otros familiares. EFE
El féretro cubierto con la bandera de Estados Unidos con el cuerpo del sargento David T. Johnson, de 25 años y natural de Miami Gardens, llegó a bordo de un avión comercial.
Tras la ceremonia realizada en la pista fue llevado a una funeraria de Hollywood (Florida), donde será velado.
Johnson formaba parte de una patrulla conjunta de fuerzas especiales estadounidenses y nigerinas que sufrió una emboscada de militantes de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), en la zona de Ouallam, a unos 190 kilómetros al norte de Niamey, cerca de la frontera de Malí, el pasado 4 de octubre.
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Estas son las primeras víctimas estadounidenses en la misión de capacitación y asistencia de las Fuerzas Especiales de Estados Unidos a las Fuerzas Armadas nigerinas, a quienes también respaldan en inteligencia, vigilancia y reconocimiento.
El mando militar de Estados Unidos en África (Africom) informó hoy mediante un comunicado de la apertura de una investigación para aclarar qué pasó, con el fin de “garantizar la seguridad en futuras misiones” en la región.
Poco después de que el cadaver del sargento David Johnson llegara al aeropuerto en Miami, donde tenía su hogar, el presidente Donald Trump llamó por teléfono a su viuda, que estaba acompañada de la representante demócrata Frederica Wilson, quien reveló las palabras del mandatario: “Sabía para lo que alistó, pero imagino que aún así duele”.
Wilson explicó que escuchó parte de la llamada con el teléfono en modo altavoz cuando estaba en el vehículo de la familia acompañando a la viuda del militar, Myeshia Johnson, madre de sus dos hijos de 6 y 2 años, y embarazada del tercero.
