“Tic, tac” el tiempo podría estarse agotando para la cúpula corrupta. Los recientes hechos que han demostrado un creciente descontento no solo son expresados por los ciudadanos, sino también por los militares. Quienes al igual que la mayoría de los venezolanos padecen hambre y deben aguantar “órdenes y consignas” alabando a Chávez y Maduro.
Adry Perdomo/ Venezuela Al Día
Como para calmar las aguas y “motivar a la lealtad”, el Comandante General del Ejército, Jesús Rafael Suárez Chourio, habría girado instrucciones para que los comandantes de las unidades tengan una mejor relación con el personal subalterno. Todo esto para “escuchar sus planteamientos y mantener la lealtad al ejército”.
Las desoladas neveras del supermercado Excelsior Gama de Manzanares
Aunque más que todo es por la lealtad, el Gobierno no le conviene que los militares “lo detesten”. Según publicó el periodista Nelson Bocaranda, entre un listado de puntos por cumplir, Chourio habría ordenado aumentar los operativos de venta de alimentos, escuchar los problemas de los subalternos y ayudar a resolverlos.
Barriga llena, corazón ¿contento?
El periodista a través de Runrunes, detalló que Chourio habría ordenado no solo que los militares tengan su correspondiente carnet de la patria, sino que los comandantes deben estar al tanto de la situación en la que viven los subalternos. “Los comandantes de unidades deben preocuparse por la alimentación del personal subalterno. Deben pasar revista a la confección, cantidad, calidad a pesar de las limitaciones existentes (…) Aumentar los operativos de ventas de alimentos a través de las jornadas…Escuchar los problemas de los subalternos y ayudar a resolverlos”, refiere el periodista.
Parece que los militares más que hambre estarían agotados del cuento del madurismo y los ataques del imperio. En Venezuela no hay comida ni siquiera oportunidades, y la deserción militar, los reproches y las quejas constantes estarían demostrando que la “masa no está para bollos”. Por esas razones, Chourio también giró instrucciones para que los subalternos estén “informados de la realidad de la guerra económica”. Lo que significa que permanezca un lavado de cerebro constante, para que no hayan funcionarios que se levanten contra lo que ocurre en el país.
“Mantener a nuestros subalternos informados de la realidad de la guerra económica, de la campaña de odio hacia la FANB(…) Esto para contrarrestar la matriz de opinión que están realizando a través de los medios de comunicación y redes sociales sobre el asesinato del grupo terrorista”, explicó Bocaranda.
En resumidas cuentas, los componentes militares al igual que todo el país “tienen hambre y sed de justicia”. Y en un intento por callar las quejas y críticas, Chourio alista a las tropas para que se mantengan “gorditos y bonitos” sirviendo al madurismo, a pesar de que manifiesten que se quedaran por siempre en el poder, la justicia llegará tarde o temprano.