Los celos pueden llegar a ser un sentimiento peligroso y destructivo, capaces de empujar a una persona a cometer actos desesperados e incluso crímenes. Eso es lo que le sucedió a Zhanna Nurzhánova, una mujer de la capital de Kazajistán, Astaná, que, tras sospechar que su novio la engañaba, decidió castigarlo castrándolo, informa un portal local.
De acuerdo con los medios kazajos, la mujer, de 36 años, se enteró de la infidelidad de su pareja tras espiar su ‘smartphone’, donde encontró una conversación en la que el hombre le contaba a su hermano que estaba obsesionado con otra chica, así como fotografías de numerosas mujeres.
Nurzhánova, madre de dos hijos, hizo como si no supiera nada y, en lugar de reprocharle la infidelidad a su novio, le propuso un juego erótico, durante el cual lo ató con cuatro bufandas a la cama. Sin embargo, una vez inmovilizado su amante, la mujer lo drogó e inició su venganza.
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Nurzhánova actuó prácticamente como una profesional: le aplicó anestesia local al hombre y procedió a extirparle el testículo izquierdo, tras lo cual le cosió la herida. Pero cuando le estaba cortando el testículo derecho la sutura se abrió y empezó una fuerte hemorragia. Nurzhánova entonces llevó a su novio al hospital en su propio coche. Mientras los médicos trataban de aliviar el dolor del hombre y detener la hemorragia, la mujer fue detenida por la Policía local.
Vía RT
