Diosdado Cabello, el número dos del oficialismo en la actualidad, ha sido una de las figuras más temidas y respetadas en el chavismo. En los últimos 20 años, el militar ha ejercido distintos cargos en los poderes Ejecutivo y Legislativo que le han valido su permanencia en la cúpula chavista, pero también calvicie, canas y un aumento visible de peso.
Redacción Venezuela Al Día
El teniente de 38 años que el 4 de febrero de 1992 participó en el Golpe de Estado contra Carlos Andrés Pérez, se caracterizaba por su fuerte físico, su cabello negro liso; y, por su puesto, por sus ojos claros.
Tras la intentona, Cabello se unió a la reserva y se vinculó al movimiento político de Hugo Chávez. El “carismático” y “encantador” militar se hizo popular entre los “revolucionarios” y escaló hasta la vicepresidencia de la República.
Su momento más crítico fue en 2002 cuando fue nombrado presidente provisional del país tras el golpe de Estado realizado por Pedro Carmona.
Entre el 11 y el 13 de abril de 2002, Cabello estuvo del lado opuesto: esta vez era él quien tuvo que ocultarse por un golpe. El ahora jerarca del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) se fue a la clandestinidad y nadie sabía de su paradero hasta el día 13 cuando en la noche fue designado como presidente provisional de Venezuela.
Los “15 minutos de fama” en los que fue leal a Chávez le valieron luego la permanencia en los siguientes 16 años de “revolución”. Desempeñó los cargos de ministro de Justicia, Infraestructura y Obras Públicas. Todos con funciones completamente distintas a su área de estudios: las ciencias militares.
En 2003 pasó por la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), donde realizó cambios en la legislación que llevaron a la promulgación de la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión -llamada Ley Resorte-
Entre 2004 y 2008 fue gobernador del estado Miranda. En este cargo estuvo hasta que Henrique Capriles le ganó en los comicios regionales y paró su pretensión de asumir un segundo periodo.
Los 6 escándalos que salpican a Diosdado y no tiene cómo zafarse
Tras ser derrotado Cabello asumió la vicepresidencia en el PSUV, cargo que ostenta desde entonces.
Luego de su incursión en cargos regionales y en el gobierno tomó un vuelco hacia el ámbito legislativo, donde ejerció por dos periodos consecutivos como diputado, entre 2011 y 2017.
El desgaste físico más fuerte ocurrió en esta última etapa: aumentó de peso, los rasgos en su cara se acentuaron y empezó a perder cabello, ¿signos de estrés o el envejecimiento acelerado que implica mantenerse en el poder?
Con 54 años, ahora Cabello comparte el esfuerzo de mantener la “revolución” con el actual presidente Nicolás Maduro. Sin embargo, los rumores de disputas internas entre ambos han llevado a dudar sobre su amistad.
Ahora con Delcy Rodríguez en la presidencia de la Constituyente, Cabello queda como un miembro más de esta instancia. Sin embargo, aún no parece haber perdido la influencia y el “carisma” entre las filas del chavismo radical.