En una Venezuela dispareja y con un descontrol social, económico y político, el Gobierno se aprovecha del nerviosismo y la necesidad del pueblo. Cada integrante de la cúpula corrupta hace su parte, unos invierten tiempo en promesas – que jamás cumplirán -, otros anuncian bonos para resolver, y algunos sencillamente se disputan el timón “poderoso” del país.
Adry Perdomo/ Venezuela Al Día
Cada personaje es diferente pero en procedimientos “se asemejan”, quizá buscando fichar a los simpatizantes o sencillamente ganárselos de la misma manera que hizo el contrincante. En esto sabe mucho el presidente Nicolás Maduro y el constituyentista Diosdado Cabello, ambos en la lucha por ser “el favorito” a sabiendas que cada uno hizo su parte destruyendo al pueblo.
El engaño de un supuesto “Petro” respaldado por el petróleo
El interés de cada uno va más allá de las soluciones de problemas, desde hace tiempo Diosdado figura en la lista “pendiente” de Nicolás Maduro por ser uno de los personajes más duros del chavismo. Por su parte, el constituyentista le hace la guerra silenciosa, copiando estrategias y engatusando al humilde con las mismas falsedades.
Carnet de la Patria vs Carnet del Psuv (lo mismo pero con diferente nombre)
En enero de 2017, Maduro creó un documento de identidad llamado “Carnet de la Patria”, con el objetivo de regular el acceso a los alimentos y artículos de primera necesidad adquiridos en los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).
Más tarde, se convirtió en un documento “indispensable” para acceder a los “beneficios” que da el Estado, tanto alimentos (si acaso) , medicamentos (cuando hay) y algunos trámites ( de ser necesario). No obstante, el carnet que simula ser “una segunda identidad para el venezolano” también comenzó a funcionar como un objeto de amenaza.
Cada ciudadano que portara el carnet y aspirara a beneficios “obligatoriamente” debe votar a favor del Gobierno, pues según los mismos personeros del madurismo, revisan “uno a uno” quien votó y quien no. Un mecanismo para tener el control de los ciudadanos y dar beneficio a cambio de apoyo.
Otra marca para el ganado
A propósito de las venideras elecciones presidenciales y la evidente pugna que parece tener Maduro con Diosdado, el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) anunció un proceso de carnetización para todos los militantes de dicha tolda.
Aunque el anuncio fue aplaudido por Maduro (quien posó con su carnet del Psuv) la idea principal sería de Diosdado, quien a través de dicho documento busca tener el control de todo lo que refiere a la tolda política. Según el constituyentista, el “instrumento” será clave para la movilización hacia centros electorales, además busca “optimizar” el registro de participación (ver quien votó y quien no en pocas palabras).
Por si fuese poco, Diosdado también anunció que dicho carnet funcionará para conocer a aquellos ciudadanos que “tengan alguna necesidad” y ser atendidos a través de misiones. En resumidas cuentas, intentar dar comida, medicamentos y asistencia (solo aquellos que tengan el carnet).
Lo que el venezolano NO SABE
Más allá del fichaje, sorprende que los personeros saquen material (de donde no hay) para realizar carnets y controlar a la ciudadanía. El Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) no tiene material para imprimir nuevos pasaportes, tampoco hay material para cédulas y menos que menos para licencias de conducir. ¿Entonces cuál el chanchullo con el material? Hay para imprimir cientos y cientos de Carnet de la Patria y del Psuv, pero no hay si quiera para tramitar una cédula de identidad.
Lo cumbre del asunto, es que apoyándose de la miseria de la población, jugando con el hambre y la carencia de medicamentos, Diosdado y Maduro buscan pelearse a la población como si se trataran de ganados. Además, lo que llaman “instrumentos” no es otra manera que marcar a los ciudadanos y amenazarlos con el; “vota o se elimina el beneficio”. Todo un sistema de control que termina empeorando el panorama, pues a simple vista son carnets pero “subliminalmente” funcionan para elegir, dirigir, manipular y obligar a conveniencia de los “revolucionarios” . ¡Aunque usted no lo crea!