Venezuela sigue sumida en la delincuencia y en donde no se respetan los derechos humanos, mientras el Estado sigue despreocupado en e el tema del control de las armas por parte de civiles. La impunidad aumenta y los delincuentes continúan ensangrentando las calles.
Redacción Venezuela al Día
El gobierno tiene como obligación disminuir la violencia con políticas públicas que se sostengan a largo plazo, que tenga además un registro de cuánto armamento hay en las calles y tomen acciones pertinentes para mermar su circulación. Si no, seguiremos viendo casos como el de Juan Bautista Santos Morales, de 36 años de edad.
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A este hombre joven lo mataron de un tiro en el cuello el viernes a las 5:30 am, dentro del automóvil modelo Aveo que conducía en el kilómetro 1 de la carretera Petare-Guarenas.
La víctima era taxista y laboraba para una empresa de transporte ejecutivo desde hacía 10 años. Había salido de su casa con destino al Aeropuerto de Maiquetía a buscar un cliente. Lo acompañaban un compadre y la esposa de este.
Cuando el carro se desplazaba a la altura del barrio La Bombilla, frenó porque delante iba una camioneta de pasajeros, Encava, que se detuvo, de la cual se bajaron varios hombres que se dirigieron al Aveo.ç
Los individuos habían perpetrado un robo en el vehículo de transporte público, en el cual despojaron a los usuarios de sus pertenencias. Aparentemente los asaltantes querían apoderarse del auto que conducía Santos Morales para huir del sitio o que este los sacara de allí y, como el conductor hizo un movimiento, le dispararon. Presumen que los delincuentes pensaron que sacaría un arma de fuego.
Por razones de la inseguridad, el CDI de la zona estaba cerrado a esa hora, por lo que Santos Morales murió desangrado. Más tarde, cuando el ambulatorio abrió, el cadáver fue llevado a ese sitio para luego trasladarlo a la morgue de Bello Monte, relataron allegados a la familia de la víctima.
El conductor deja en la orfandad a dos hijos. Era el tercero de seis hermanos y estaba residenciado en el barrio San José de Petare, reseña El Nacional.
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Esperanza de Santos manifestó que la segunda hermana de la víctima se fue a República Dominicana y la cuarta fijó residencia en Portugal. “Eran sano y trabajador”, expresó.
El Eje Este de la División contra Homicidios del Cicpc se encargó de las investigaciones para identificar y capturar a los responsables de este hecho. La policía citó a declarar a los familiares y a los testigos del suceso.