La Policía de Inmigración y Aduanas (ICE) aprobó el jueves suspender temporalmente la orden de deportación que pendía sobre un venezolano gay en Miami, portador del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), que temía ser devuelto a su país por la escasez de medicamentos para tratar su dolencia, reseña El Nuevo Herald.
Ricardo Querales, estilista de 43 años, presentó con éxito una solicitud de aplazamiento temporal de la deportación o remoción, pidiendo que no lo expulsen de Estados Unidos por razones humanitarias. Anexó la carta de su médico dirigida al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) constatando que su regreso a Venezuela sería el equivalente a “una sentencia de muerte”.
Un funcionario de ICE colocó al venezolano nuevamente bajo orden de supervisión. Debe presentarse en la sede del organismo en Miramar dentro de un año, dijo. Mientras tanto, tiene autorización para permanecer en el país y trabajar legalmente.
“Me siento privilegiado, descansado, festivo, orgulloso de mi comunidad gay que me apoyó en todo momento”, comentó Querales. “La decisión me ha salvado de la muerte, pero solo temporalmente”.
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En el 2009, fue hallado culpable de un cargo grave de posesión de sustancia controlada y dos cargos menores de posesión de parafernalia para drogas con propósito de uso. Estando preso, le fue revocado su estatus de asilado, adjudicado en el 2004.
En el 2011, un juez de inmigración firmó su orden de deportación, la cual no se ejecutó de inmediato.
Marcial de Sautu, abogado que recientemente asumió la representación jurídica de Querales, dijo que planea presentar ante la Junta de Apelaciones de Inmigración (BIA) una moción de reapertura del caso de asilo basada en los cambios drásticos de las condiciones de vida en Venezuela. En el convulso país prevalece un desabastecimiento general de medicamentos y, a raíz de ello, se ha incrementado el índice de mortandad entre los pacientes con VIH.
Vía Miami Diario