Un turista noruego que estaba buceando en una playa de Filipinas estuvo a punto de ser succionado por un tiburón ballena al que estaba filmando mientras se alimentaba.
Antes de entrar al agua, al turista le aseguraron que estos animales son totalmente inofensivos. Sin embargo, el hombre casi se convierte en su alimento luego de aproximarse en exceso al tiburón que succionaba agua para capturar plancton y peces pequeños.
En un momento determinado, el hombre fue arrastrado por la fuerza del agua hasta encontrarse presionado contra la boca del animal, que reconoce que parecía de acero. “La boca del tiburón no es blanda en absoluto”, afirma al The Daily Mail según reseñó el portal Marca.
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Además, el turista confesó que no sabía cómo reaccionar: “Antes de darme cuenta me vi siendo su plato de comida, no sabía qué hacer. Me miró como si me estuviera diciendo que me alejara de su comida”, añade.