Los padecimientos y dolencias “propias de la edad” se complican en ocasiones por un acompañante indeseado que se presenta frecuentemente con el pasar de los años; La Osteoporosis. Existen casos aislados de jóvenes que ya sufren este padecimiento pero es en la tercera edad cuando generalmente se presenta con sus desagradables y graves consecuencias.
Redacción Venezuela al Día
A María Asened Muñoz Useche, de 54 años, le diagnosticaron osteoporosis hace un año y medio. Se practicó una densitometría –el examen que mide el estado de los huesos– por pura precaución, y encontró que estaba en riesgo de sufrir fracturas ante cualquier trauma, según le dijeron los médicos. Acto seguido, le recetaron dos medicinas y un suplemento que ahora debe tomar de por vida y por los que paga 260.000 pesos mensuales.
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La osteoporosis, valga decir, no es por sí misma una enfermedad, sino una condición propia del envejecimiento humano que somete a mujeres en la edad de María Asened a un mayor riesgo de fracturas, explica el endocrinólogo Óscar Rosero, presidente de la Asociación Colombiana de Osteoporosis y Metabolismo Mineral (Acomm). Lo que buscan los medicamentos que ella toma, agrega el especialista, es devolverle la salud al hueso para reducir la amenaza de una lesión mayor, incapacitante, ante un trauma.
Una revisión sistemática publicada en diciembre pasado en el Journal of the American Medicine Association (Jama), por ejemplo, evaluó 33 ensayos clínicos, que abarcaban más de 50.000 personas mayores de 50 años, y concluyó que el uso delos fármacos no garantizan la prevención de los padecimientos propios de la enfermedad.
La lucha contra la osteoporosis no debe limitarse al seguimiento estricto de los tratamientos farmacológicos, sino también a incrementar los diagnósticos tempranos
Más allá de esta controversia, en lo que parecen estar de acuerdo los expertos es en que la lucha contra la osteoporosis no debe limitarse al seguimiento estricto de los tratamientos farmacológicos, sino también a incrementar los diagnósticos tempranos y motivar los estilos de vida saludables como forma de prevención, especialmente ahora en un mundo que envejece.