Ecuador rechazó el domingo el uso de la fuerza para solucionar la crisis de Venezuela luego de que el secretario general de la OEA, Luis Almagro, no descartó una “intervención militar” en ese país.
AFP
Quito “rechaza cualquier pronunciamiento que avale el uso o la amenaza del uso de la fuerza en las relaciones internacionales”, expresó la cancillería en un comunicado.
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Agregó que “solo una salida pacífica y democrática podrá resolver con legitimidad y de forma duradera la crisis venezolana”.
Almagro dijo el viernes que no se debe descartar una “intervención militar” en Venezuela para “derrocar” al gobierno de Nicolás Maduro, al que responsabiliza de provocar una crisis humanitaria y migratoria y de violar los derechos humanos.
El gobierno ecuatoriano reiteró que “apoya una solución pacífica y democrática de la crisis que vive” Venezuela y que ha provocado la emigración de millones de venezolanos.
Señaló que “el futuro de los venezolanos deben decidirlo solo los venezolanos, en una atmósfera donde se haya previamente restablecido el respeto pleno a los derechos fundamentales y a los estándares democráticos”.
Ecuador, que desde 2014 ha recibido a más de un millón de venezolanos (de los cuales 215.000 permanecen en su territorio), sostuvo que la comunidad internacional “debe apoyar la organización de un verdadero diálogo nacional, transparente, democrático y con veeduría internacional en Venezuela”.
La nación petrolera está agobiada por una crisis económica, caracterizada por una severa escasez de alimentos y medicinas, y una inflación que podría superar 1.000.000% este año, de acuerdo con el FMI.
Unos 2,3 millones de venezolanos (7,5% de la población de 30,6 millones) viven en el exterior, de los cuales 1,6 millones migraron desde 2015.
