El Valencia perdió en su retorno a la Champions con dos goles de penalti. Pjanic marcó los tantos tras la expulsión de Cristiano Ronaldo, que vio la roja por supuesta agresión en el 29′.
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Llegaba el Valencia con ganas a la Champions League. Los fastos de las grandes ocasiones rondaron Mestalla e inyectaron amnesia al respetable, confiado en que la musiquita del torneo mutara la faz de los suyos. Error. Los de Marceliano cayeron mostrando la versión gris que han lucido en Liga en un arranque de temporada que ya ronda lo alarmante. Por fútbol y resultados. Por sensaciones y pálpito.
Porque incluso hoy le sopló el viento de cola a la nave che. Pero algo la lastra. Un ancla invisible. No hay manera. Ni viendo como por el túnel de vestuarios se marchaba Cristiano Ronaldo. Al portugués lo expulsaron en el 29′.
Se enzarzó con Murillo por una agresión (que no lo fue) y en el rebrinque le agarró del pelo. Puede que el árbitro lo mandara a la calle por ese ataque capilar. El caso es que Brych le mostró la cartulina roja directa y el luso caminó con cara de saeta, llorando y desesperado. Acababa de perder la virginidad en su competición. Jamás lo había largado al vestuario en Champions.
Parecía que la cosa se le ponía bien al Valencia, pero los de Marcelino, en lugar de tensar los músculos, los relajaron. Parejo cometió el penalti del 1-0 en el 44’y Pjanic lo transformó con maestría balcánica .
Se reanudó el choque y amagaron con remontada los locales en un flashazo de fe que disolvió de nuevo Pjanic con otro penalti. Éste lo hizo Murillo.
El resto fue un vendaval de impotencia que chocó cual llovizna en el muro de marmol (caro y eficaz) de la Juve. No pudo (y casi ni quiso) un Valencia deshecho que pudo maquillar la humillación en el 95′. Tampoco ahí hubo lustre. Parejo falló el penalti que hizo Rugani. Final perfecto para un despropósito.
Vía: As
