Ejercer el periodismo en cualquier país del mundo es una labor respetada y admirada por mucho, con trato correcto por parte de las autoridades que estań para cumplir sus funciones y facilitar la información de su gestión para los reporteros, y muchas veces trabajar de la mano. En Venezuela, la realidad es distinta.
Redacción Venezuela al Día
Perseguidos, hostigados, encarcelados y juzgados son los periodistas venezolanos que deciden cumplir correctamente con sus funciones de investigar e informar, pero eso en un país y con un gobierno que tiene muchas cosas que ocultar a la luz pública, no está permitido.
La reciente detención del periodista Isnardo Bravo movió las redes sociales porque el hecho incluyó anulación de su parte, prohibición de salida del país, detención sin una orden, un atropello a todas luces que sufren cotidianamente los profesionales de la comunicación en Venezuela.
El pasado 14 de septiembre tres periodistas extranjeros fueron detenidos en Paraguachón estado Zulia, frontera con Colombia, por funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), quienes los entregaron al Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) sin justificación ni orden alguna.
Censura a la expresión: GNB arrestó a tres periodistas extranjeros en Paraguachón
Siete casos de violaciones contra la libertad de expresión registró el Instituto Prensa y Sociedad Venezuela durante la semana del 10 al 17 de septiembre por abusos de poder, acciones judiciales por delitos de odio, medidas de censura, hechos de intimidación, ataques a medios digitales y fallas en los servicios de telecomunicaciones que limitaron la cobertura informativa y el acceso a la información de periodistas y ciudadanos en cuatro estados del país
El reporte de los comunicadores, reportes, periodistas y fotógrafos perjudicados permite al Ejecutivo Nacional adoptar medidas urgentes, efectivas, excepcionales y necesarias para asegurar a la población el disfrute pleno de sus derechos, preservar el orden interno y el derecho a la información y el trabajo.