Las condiciones sociales en la Venezuela actual apuntan a una desenfrenada carrera en precios de insumos y repuestos que hacen muy cuesta arriba para los profesionales del volante ganarse la vida y a la vez mantener operativas las unidades que les generan el sustento.
Por si esto fuera poco, la inseguridad arremete contra estos trabajadores ya que al dispararse los precios de los repuestos, la delincuencia desbordada los percibe como una presa que les puede proporcionar bastantes ganancias al apoderarse de dichas unidades sin importar que en dicho proceso acaben con la vida de sus víctimas.
El caso acá reseñado es el de Arturo Ruíz quien laboraba en la línea de taxis del Terminal de La Bandera. El pasado 12 de diciembre a las 12:30 pm montó en su carro a dos damas que le pidieron una carrera al barrio Las Mayas. Cuando las mujeres llegaron a su destino y se bajaron del carro, un sujeto le abordó para robarle el vehículo. Ruiz emergió del automóvil con intención de entregarlo, la reacción del delincuente fue propinarle un disparo en un costado. Como pudo se zafó y manejó hasta el Hospital Pérez Carreño, donde diez dias después falleció según ha reseñado @RunRunesWeb.
Según Reverol, la inseguridad disminuyó pero da a conocer estados más peligrosos
Una hermana del taxista, quien no quiso ser identificada, aseguró que los hechos fueron narrados por el propio Ruiz en su cama del recinto hospitalario. “Estuvo consciente todo el tiempo, no sabemos cómo pudo manejar así. Era un hombre corpulento y cuando el delincuente lo vio le dijo que era demasiado para él y le metió un tiro”.
Dijo que las mujeres eran cómplices del victimario de su hermano. “Lo llevaron para alla para robarle el carro”.
Ruiz de 43 años era oriundo de Barquisimeto, estado Lara, pero fue criado en San Juan de los Morros, estado Guárico, donde viven su madre y algunos de sus siete hermanos. Desde hace más de una década trabajaba en Caracas como taxista. Tenía un título como técnico medio en recursos humanos y dejó huérfano a un niño de 6 años.
Su hermana denunció que en el Hospital Pérez Carreño hubo negligencia médica. “A él lo tuvieron que operar dos veces, tenía afectado un pulmón, el hígado y los intestinos. Hasta este momento no sabemos cuál fue la causa de la muerte porque los médicos nunca hablaron con nosotros. Suponemos que fue por una infección”.
Agregó que su hermano murió por confiar en la gente, porque ninguno de los taxistas que estaban en La Bandera en ese momento quisieron llevar al par de mujeres a un barrio de madrugada.