Ribetes de tragedia o ribetes de burla abundan hoy en día en las calles de Venezuela al confirmarse también en el ideario de las personas que se expresan acerca de la situación que ocurre en el país de tener dos presidentes, uno ilegítimo y que se niega a entregar un poder que usurpa y el otro ungido con la aceptación de un pueblo deseoso de terminar con la pesadilla chavista.
Redacción Venezuela al Día
Sin embargo las duplicidades no son una novedad en el país y tampoco fue la oposición la que se encargó de la creación de figuras paralelas para invadir los espacios de instituciones públicas en las cuales los cargos son producto de procesos de elección popular.
Una vez el chavismo empezó a perder terreno ante la oposición y las elecciones les fueron resultando adversas comenzaron a crearse instituciones paralelas a las cuales les eran asignados presupuestos pero sin estar sujetos a procesos de auditoria o presentación de Memoria y Cuenta respecto a los recursos asignados.
Entre los casos que se pueden mencionar sin profundizar demasiado está el del Gobierno del Distrito Capital, este elemento surgió con designación directa de Jacqeline Faria como jefa (2009-2014) tras la imposibilidad del chavismo de ganar la Alcaldía Mayor por el voto popular.
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Posteriormente, y tras la imposibilidad de ganar la gobernación en el estado Miranda, Elias Jaua es colocado al frente de Corpomiranda con el rimbombante cargo de “Protector” para ese estado central del país.
Otro protectorado se llegó a establecer en el estado Táchira luego de que el chavismo perdiera las elecciones por la gobernación donde resultó electa la candidata de Acción Democrática (AD) Laidy Gómez e inmediatamente Freddy Bernal fue designado con el cargo de Protector del Táchira.
Para el año de 2017, ante la imposibilidad de dominar el escenario político en el plano del poder legislativo y a pesar de haber realizado esfuerzos por anular a la Asamblea Nacional a través de una declaratoria de “desacato” emitida por el TSJ rojo, los chavistas establecieron una asamblea paralela con la excusa de redactar un nuevo texto constitucional pero con la clara intencionalidad de usurpar las funciones de la Asamblea Nacional legítima electa por el voto popular en 2015.
Ahora el chavismo “sangra por la herida” al experimentar los efectos de un poder paralelo pero con la enorme diferencia de que el nuevo presidente se ha juramentado siguiendo la letra constitucional y dándose a cada momento “baños de pueblo” cosa que no puede hacer el dictador quien ha decidido “enconcharse” con parte de su séquito en Miraflores, sitio en el cual sobra por ser un usurpador del poder.