El expresidente uruguayo José “Pepe” Mujica cree que la crisis de Venezuela plantea una disyuntiva dramática: “paz o guerra”.
Y afirma que la fórmula para evitar el camino de las armas pasa por elecciones generales en el país, con un fuerte monitoreo internacional que garantice la participación de todas las corrientes políticas.
Según Mujica, Estados Unidos está dispuesto a intervenir en Venezuela en el marco de su pulso geopolítico con China y para impedir que el gigante asiático controle el petróleo del país sudamericano.
Aunque el exguerrillero tupamaro mantuvo una relación estrecha con el fallecido líder venezolano Hugo Chávez, evita posicionarse detrás del sucesor de éste, Nicolás Maduro.
De hecho, Mujica habla del “régimen venezolano” y admite que la crisis en ese país ha perjudicado a la izquierda latinoamericana.
Sin embargo, Mujica desliza una referencia a un fallido intento de golpe de estado de Adolf Hitler en la Alemania de 1923: “No recuerdo gobiernos que se hayan autoproclamado (…). Me acuerdo de una cervecería en Múnich donde alguien tiró un tiro y se autoproclamó”.
Lo que sigue es una síntesis del diálogo telefónico con el expresidente uruguayo (2010-2015), antes de la reunión inaugural del Grupo Internacional de Contacto sobre Venezuela que recibirá su país el jueves con presencia de la Unión Europea, Estados miembros del bloque y algunos latinoamericanos.
Usted ha planteado que en Venezuela tiene que haber elecciones generales. ¿Por qué?
Porque en el peor de los casos es el mal menor. Estoy convencido, y tengo elementos, de que en última instancia si EE.UU. no tiene más remedio que intervenir, va a intervenir. El tema central para mí es evitar la guerra. Porque sabía cuál era el eje de la política norteamericana frente a Venezuela en tiempos de Obama: apostaban a que se desgastara solo. Pero la política actual ha cambiado. Han decidido frenar el desarrollo de China; esto hay que verlo geopolíticamente en el contexto. Por eso las medidas económicas con China.
Y sé que la gente que rodea a Trump tiene asustado al engranaje diplomático de carrera de EE.UU., porque tienen una posición intervencionista desde hace mucho tiempo. Por lo tanto, si el gran imperio no va a aceptar de brazos cruzados que el petróleo venezolano quede administrado por China, estamos frente a una eventualidad de guerra.
La discusión de juridicidad, legitimidad, etcétera, es absolutamente secundaria frente al problema de fondo: creo que no tenemos otra alternativa de obligar al monstruo a que intervenga. El monstruo tiene la decisión de pagar el precio político que tenga que pagar y ha creado todo un ambiente desde ese punto de vista para tener opinión favorable.
No estoy juzgando la intención del presidente autoproclamado. Sí estoy convencido que con esa polarización es imposible hacer elecciones adentro de Venezuela si no hay una fuerte intervención de monitoreo del proceso que significa un evento electoral en esas condiciones, si Naciones Unidas se lava las manos. En lugar de hacer tanta declaración, tanto cerco y tanta amenaza, garantizar un proceso electoral donde todos puedan participar.
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Maduro hasta ahora ha rechazado cualquier posibilidad de esto…
Pero, ¿qué le están ofreciendo al régimen venezolano? Ríndete y después veremos. Y todavía sale un importante personaje del gobierno norteamericano a pronosticarle que lo van a llevar a Guantánamo. Entonces, si usted quiere evitar una guerra tiene que crear alternativas. Porque como viene la cosa están obligando a la guerra. Usted puede ir a la guerra porque está convencido, pero puede ir a la guerra porque no tiene más remedio. Nadie se va a rendir así como así, poner las manos y llévenme encarcelado.
El problema es ver la realidad de fondo ante esta nube de declaraciones que tapa lo esencial, que es el tema de la guerra. En esa zona de América se sabe cuándo empieza la guerra, pero nunca se va a saber cuándo termina.
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