No es la primera vez que al presidente encargado de Venezuela Juan Guaidó, lo asocian con el expresidente de Estados Unidos Barack Obama, es muy evidente el parecido como para que pase desapercibido. Sin embargo, cuando su estilo, se confronta con las características de los líderes chavistas de estos 20 años, es notable que hay un quiebre automático, un “crack” que deja a los rojos totalmente fuera de base.
Redacción Venezuela Al Día
Una nota publicada este martes por la agencia de noticias EFE hace referencia, precisamente al parecido entre Juan Guaidó y Barack Obama, y más allá compara todo ello con el estilo chavista, lo cual, sin mucho esfuerzo, convierte a los “rojos rojitos” en una especie de ruido, una manera de hacer política que para la Venezuela de hoy día, ya quedó en la era de las cavernas.
Las comparaciones deben hacerse, sobre todo en el ámbito político, pues de ello depende la ganancia o la pérdida, de seguidores, todo lo que se haga influye. Por un lado está el estrépito, los gritos y los insultos que suelen usar los líderes del chavismo, claros imitadores del estilo de Chávez, mientras que por el otro lado está Juan Guaidó quien se expresa en un tono calmado, sin muchos aspavientos y sin levantar la voz.
La contundente amenaza de Maduro hacia Juan Guaidó
Suave en las formas, pero contundente en el mensaje, ese parece es el estilo de Guaidó.
Un detalle importante cuando se evalúa la escenografía en la que se ha desenvuelto el chavismo, es la apariencia. Desde tiempos de Chávez, el traje y la corbata quedaron en desuso, solo se les sacaba del guarda ropa en los actos oficiales.
Era común verle pasear entre la gente y en los mítines con camisas, de uniforme militar o incluso con chaquetas deportivas de Venezuela.
También la oposición se había unido al estilo informal. Henrique Capriles, durante años, lo adoptó con la excepción del uniforme militar y el toque personal de una gorra con la bandera nacional.
La irrupción de Guaidó ha supuesto también el retorno de un estilo más formal aunque desenfadado que recuerda mucho al de Obama incluso en el color de los trajes y la eventual ausencia de corbata.
También ha optado por contener más los gestos, igual que el expresidente estadounidense, lo que sitúa lejos de los ademanes del chavismo y de muchos opositores como Leopoldo López, el líder de su partido, Voluntad Popular (VP).
Es un estilo que puede sorprender a muchos venezolanos, efusivos en sus gestos y en sus palabras. Hasta el momento, su estilo renovador ha calado en una sociedad venezolana que empieza a sentir el Efecto Guaidó.