Si algo ha comprobado el régimen que encabeza Nicolás Maduro hasta la saciedad es lo efectivo que resulta “llamar a diálogo” a la oposición mientras que, del otro lado, avanza en sus tropelías y procura por todos los medios de atornillarse en el poder “a costa de lo que sea”.
Redacción Venezuela al Día
Esos “llamados a diálogo” sirvieron de distracción en 2017 mientras se masacraba a los protestantes en las calles de Venezuela y se diseñaba un plan para crear un órgano paralelo a la Asamblea Nacional que a la postre vendría a usurpar y realizar todo tipo de labores asignadas por el régimen menos aquella para la que fue constitucionalmente invocada como es redactar un nuevo texto constitucional.
En agosto de 2018, un supuesto atentado que mostraba todas las características de una puesta en escena resultó ser la excusa perfecta para que el régimen “pisara el acelerador” en cuanto a las violaciones de los derechos humanos desatando una cruenta persecución que permitió secuestrar a legisladores y allegados la par que violando cada artículo del capítulo III de la constitución vigente.
Rusia y China apoyan régimen de Maduro para salvar préstamos pendientes de pago https://t.co/jwbRGkMeA7 pic.twitter.com/IYAqkGrPqP
— Venezuela al Dia (@venezuelaaldia) August 7, 2019
Iniciado 2019 se intentó razonar con el dictador, que pasó a usurpar el cargo presidencial toda vez que su periodo concluyó el 10 de enero de este año, a fin de que dejara el poder y se convocara a nuevas elecciones.
Se tuvo incluso hasta la visita de la alta comisionada de las Naciones Unidas para los derechos humanos, Michele Bachelet, quien, aunque no plasmó toda la perversidad del régimen en su informé, permitió que la careta de la tiranía se desprendiera lo suficiente para apreciar parte de toda su perversión.
Mientras tanto, la oposición encabezada por el presidente encargado Juan Guaidó han vuelto a caer en la trampa de los diálogos, esta vez convocados por Noruega, y que han dado oxígeno nuevamente al regordete usurpador.
Es por ello que Maduro asegura haber descubierto toda una trama para asesinarlo con financiamiento de los Estados Unidos y apuntando específicamente a John Bolton, pero, como él dictador en “buena gente”, sigue llamando a diálogos a pesar de que “lo quieren asesinar”.
“Cualquier parecido a la situación que ha arrastrado Cuba a lo largo de sesenta años es pura coincidencia” podría expresar el cínico Jorge Rodríguez a quien llegara a apreciar el parecido de las historias.
Con información de bancaynegocios.