El sexto apagón masivo que sufre Venezuela, ocurrido el pasado 22 de julio, vuelve a poner de relieve el lugar que ocupan los responsables no sólo de la crisis eléctrica en el país, sino también de la explotación descontrolada del oro, y la transferencia de importantes recursos financieros a Cuba, en operaciones desconocidas hasta ahora, según muestran documentos inéditos a los que tuvo acceso Primer Informe.
Unidad de Investigación | Primer Informe
En la primera línea de protagonismo está Rafael Ramírez Carreño, quien desde julio de 2002 fue ministro de Energía y Minas que luego pasó a llamarse en enero de 2005 Ministerio de Energía y Petróleo y también en simultáneo fue presidente de la estatal Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA) de 2004 a septiembre de 2014. Bajo su conducción, en el que se vivió el período con los más altos precios del petróleo en la historia venezolana, se produjeron los cambios más importantes en el sistema eléctrico venezolano y al mismo tiempo se iniciaron los planes para el desarrollo de la minería y la producción de oro.
Luego de la muerte de Hugo Chávez, fue designado embajador de Venezuela en las Naciones Unidas entre 2014 hasta 2017 cuando fue destituido por Nicolás Maduro; lanzado al ostracismo y al exilio por sus críticas a la gestión del sucesor designado por Chávez. Hoy Ramírez se encuentra en una localidad no identificada presumiblemente de Italia.
Desde 2007, Ramírez concibió y puso en marcha un complejo y costoso proceso para desmantelar la infraestructura eléctrica basada en la capacidad hidroeléctrica del país, para darle prioridad, en cambio, a una superestructura de plantas termoeléctricas que cambiaron el panorama eléctrico nacional desde entonces.
Al final, en un período que abarcó 8 años, entre 2008 y 2015, el gobierno venezolano destinó una cifra sin precedentes de unos $34.000 millones para adquirir equipos y construir la nueva infraestructura a más de dos docenas de empresas nacionales y extranjeras.
Al mismo tiempo, suministró fondos a gobiernos extranjeros para impulsar modelos similares, lo cual supuso un gasto de unos $6.000 millones, según estimaciones independientes.
Entre las empresas que recibieron más fondos destacaron una firma de Brasil, tres de China, cuatro de España y una corporación controlada por Cuba, entre otras. Muchas de esas operaciones se hicieron a través de firmas financieras para mover el dinero a través de la banca internacional.
Rafael Ramírez recibió su dosis de escrache en Nueva York (Video) https://t.co/Ds0dBgJNzl pic.twitter.com/7rfuDuSuYW
— Venezuela al Dia (@venezuelaaldia) August 7, 2019
Según aprecia Transparencia Venezuela, durante la gestión de Ramírez como ministro de Petróleo y Energía, se nacionalizaron las empresas privadas del sector eléctrico. El caso emblemático fue la compra por US$ 740 millones de La Electricidad de Caracas por parte de PDVSA, que luego dio origen a Corpoelec. Con Ramírez se afianzó un ciclo de deterioro del sector, por corruptelas y fallas en mantenimiento. En 2009 comenzaron producirse los apagones de envergadura que llegaron a paralizar a gran parte del país.
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