Aunque parezca mentira, el sonido puede alterar el sabor del chocolate al momento de consumirlo, así lo determinó el doctor en ciencia y tecnología de alimentos Miguel Lureña, quien asegura que comer chocolate negro agridulce con música aguda de fondo, no es lo mismo que hacerlo con música grave.
Redacción Venezuela al Día
La teoría del especialista sostiene que el chocolate tendrá un sabor más dulce si estás escuchando sonidos de tonos agudos y tendrá un sabor más amargo si escuchas sonidos graves. Esta situación tendría su origen en el hecho de que el oído tiene una relevancia que poco conocen al ingerir alimentos, y que a través de él pasa uno de los nervios que van de la lengua al cerebro.
El primer científico en constatar este fenómeno fue el danés Kristian Holt-Hansen, quien demostró en 1968, usando las cervezas Carlsberg Lager y Carlsberg Elephant en una cata a ciegas, que las personas solían asociar un tono más bajo (510-520 Hz) con la Lager, que es más amarga, y un tono ligeramente más alto (640-670 Hz) con la Elephant, que es más vinosa.
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Además, un fenómeno similar también se puede evidenciar a través del tacto: si frotas tu ropa recién lavada con tapones para los oídos, pensarás que está más suave y seca de lo que está en realidad. Esto se debe a que el cerebro combina la información del oído con la del tacto y asume, al haber menos ruido, que hay menos fricción y la ropa está menos tersa.
Con información de Gizmodo