Quizá una de las cuestiones que más aterra a los integrantes de las hordas chavistas enquistadas en el poder es tener que responder ante las leyes y los hombres por las tropelías y atrocidades cometidas contra el patrimonio de la nación y la sistemática violación de los derechos humanos en contra de los ciudadanos por veinte años en Venezuela.
Redacción Venezuela al Día
Y ocasionalmente a unos cuantos venezolanos que han tenido que huir del país para salvaguardar su integridad y su vida se les presenta la oportunidad de reconocer, “por esas calles del Imperio” a algunos de los que han realizado el papel de verdugos de la forma más infame.
Si algo está claro es esa particular debilidad que muestra hasta la mismísima madre de Chávez por estar en “ese imperio” del que tanto denostaba el extinto fundador del chavismo, sus acólitos, con destemplados discursos oídos por obligación e imposición, buscan de seguir ambas sendas; Hablar mal de la tierra del “Tio Sam” pero tratar de llegar allá con sus familias y todo el dinero robado a la Nación.
Las continuas visitas al "Imperio" de este alcalde chavista ¿y entonces? https://t.co/VRLnTIAqOk pic.twitter.com/wtqXXpAPjb
— Venezuela al Dia (@venezuelaaldia) September 4, 2017
José Antonio Colina se ha identificado como un militar en el exilio y tuvo la oportunidad de toparse y reconocer a uno de estos “torcedores de la ley”.
El hecho le ocurrió a Héctor Manuel Coronado Flores, ex magistrado del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, quien fue increpado por el venezolano José Antonio Colina, mientras caminaba, con bolsa en mano, por un centro comercial en Florida, donde realizaba compras.
“Hey, Héctor ¿Cómo te va mi pana ¿Qué se siente estar en el ‘imperio?”, interroga el autor del video, antes de acusar a Coronado Flores.
“¿Qué se siente que la revolución aquí, en Estados Unidos, chavistas? Vean los chavistas, véanlos cómo caminan. Criminal, después que metiste presa gente allá en Venezuela (…) Después que cometiste crímenes en Venezuela, aquí estás en Estados Unidos Chévere, ¿verdad?”, asevera mientras persigue al personaje quien no atinaba a disimular el momento de vergüenza que vivía.
El ex magistrado se encontraba acompañado de una mujer, que dice ser abogada de Venezuela y haber trabajo en la administración pública.
“Chico respeta”, reclama la mujer. “Ubícate, él no es choro (ladrón), él trabajó. ¿A quién mató, presa a quién? Hasta cuándo vas a seguir. Yo soy abogada y trabajé en los cuatro Gobiernos. Ejercía la función”, indica la mujer mientras buscan apoyo en un guardia de seguridad del mall.