En la ciudad de Malmö, en Suecia, existe un increíble museo destinado a personas particulares que le gustan los retos, teniendo en cuenta que es un lugar de encuentro para ingerir “alimentos” repugnantes. Este sitio tiene la particularidad de que al entrar se les entrega a cada asistente una bolsa plástica en caso de que vomiten.
Redacción Venezuela al Día
Incluso si se quiere superar el récord de más haber vomitado en el sitio, tendrá que vencerse el registro que dejó un periodista belga, quien vomitó 10 veces durante el recorrido por el exótico sitio que ofrece una sabores de todo el mundo que se van renovando semanalmente.
“Lo que a uno le disgusta depende en gran medida de lo que está acostumbrado y de lo que las personas a su alrededor consideran repelente”, dijo un periodista de The Economist después de visitar el museo.
El director del museo, Andreas Ahrens, aseguró que los japoneses, chinos y asiáticos en general, tienen un fuerte rechazo por cualquier queso fuerte. Un turista chino probó el queso danés Gamle Oles Farfar y “estuvo varios minutos sin poder hablar”.
“Nuestra actual producción de carne es terriblemente insostenible desde el punto de vista medioambiental, y necesitamos urgentemente empezar a considerar alternativas. Si podemos cambiar nuestras nociones de qué alimentos son asquerosos o no podría ayudarnos potencialmente a hacer la transición a fuentes de proteína más sostenibles”, añadió Ahrens.
Especialistas afirmaron que la repugnancia está causada más por la idea que nos produce un alimento que por su gusto. Ocurre con el balut, un snack de las Filipinas que consiste en un huevo de pato con un embrión a medio desarrollar en su interior.
Grabó a su novia siendo infiel y mostró el video en plena boda https://t.co/3oJFeuXRXB pic.twitter.com/XvebsuMjUW
— Venezuela al Dia (@venezuelaaldia) January 14, 2020
Con información de Infobae