A principios del siglo XX, tasa de mortalidad tanto en parturientas como en neonatos, era muy alta en países poco desarrollados como Venezuela. Pasaron algunas décadas y esa realidad se superó con creces hasta llegar a las puertas del siglo XXI. A fecha presente, la enorme crisis que afecta al país parece haber retrocedido las condiciones sanitarias a esa realidad que se consideraba sólo para el recuerdo.
Redacción Venezuela al Día
Entre los elementos más peligrosos existentes para recién nacidos y parturientas están las cepas bacterianas que atacan con facilidad al encontrar escasez en condiciones sanitarias y la grave carencia de insumos y medicamento que es la realidad actual en todos los centros asistenciales venezolanos.
Sin embargo, ello no parece un problema para el chavismo, ya que se han destinado millones, y sin ninguna contraloría, a realizar unos “juegos de guerra” que serían demasiado risibles a no ser que enmarcan la tragedia del pueblo venezolano.
"¿No tenemos derecho a subsistir?: Enfermeras de la maternidad Santa Ana protestan para exigir sueldos justos
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— Venezuela al Dia (@venezuelaaldia) June 25, 2018
Corruptelas, desinversión y una persecución hacia el periodismo de investigación ha sido la tónica implementada por el régimen que no da respuesta a la grave crisis hospitalaria que golpea aún más a los centros de asistencia como las maternidades.
En este caso, se pudo determinar que tres mujeres murieron luego de dar a luz en lo que va del mes febrero solo en Caracas, las causas de estos decesos fueron hemorragias, sepsis e hipertensión por embarazo. Especialistas sostienen que las causas son tratables y predecibles, pero en Venezuela son una condena debido a la crisis humanitaria existente.
A la escasez de insumos y medicamentos se suma la falta de salubridad por falta de elementos como el agua, la electricidad el suministro el gas, también las infraestructuras hospitalarias presentan deterioros que ocasionan filtraciones que en muchos casos contaminan salas de parto y quirófanos permitiendo en el proceso que muchos pacientes terminen de perder la poca salud que les resta.
La debacle pareciera ser la tónica para funcionarios que son colocados en puestos de responsabilidad para “hacer revolución” que no se traduce en atender pacientes y aún menos dotar de insumos a los centros hospitalarios sino dar declaraciones extemporáneas y tomar “asiento en primera fila” para ver cómo mueren de mengua pacientes cuya vida y salud son responsabilidad del Estado por mandato constitucional.
Un trabajo especial de VPI TV nos muestra parte de la gran tragedia