El calendario de reapertura de Italia se ha alargado y nadie sabe exactamente cuándo podrá inaugurarse. Pero hasta el 13 de abril, como mínimo, las cosas seguirán exactamente como están. El primer ministro, Giuseppe Conte, lo confirmó el miércoles en otra rueda de prensa virtual que precedió a la firma del decreto que prolonga el cierre del país.
Daniel Verdú | El País
La fecha coincide con el fin de las vacaciones de Semana Santa y alarga diez días más lo que hasta ahora estaba previsto en el último decreto. Sin embargo, muchas voces en el Ejecutivo y en el comité de expertos que lo asesora sostienen que el cierre deberá prolongarse hasta el comienzo de mayo.
Conte compareció pasadas las ocho de la tarde para advertir de que las cifras son mejores, pero no permiten relajar las medidas tomadas hace más de 20 días. El nuevo decreto así lo certifica. “Me desagrada que estas nuevas medidas lleguen en un momento como la Pascua. Pero lamentablemente habrá que afrontar estos días de festividad con este régimen restrictivo”, señaló sin poder especificar cuando empezará a cambiar la situación, pero dando a entender que la segunda quincena de abril podría ser un punto de inflexión.
Las próximas dos semanas, en cualquier caso, permitirán al Gobierno estudiar con detalle la mejora de los datos. “Cuando se consoliden y los expertos nos lo permitan, empezaremos a programar una ralentización de las medidas. No puedo decir si el 14 o el 15… Pero iniciaremos a valorar entrar en la fase 2. Es decir, la convivencia con el virus y medidas que llevan a la ralentización hasta la fase 3”, señaló en referencia a la salida de la emergencia y la normalización de la actividad laboral y social que llegaría durante una fase, probablemente, no antes de mayo.
Los datos oficiales del miércoles señalan que Italia ha registrado 13.155 muertos y 110.554 infectados. Los muertos cayeron también el miércoles sensiblemente, pasando de 837 el martes a 720 y el número de personas curadas. El Instituto Superior de Sanidad aseguró el martes que la curva ha llegado a su pico que, en realidad, es una llanura que durará algún tiempo antes de comenzar una fase de descenso. El ministro de Sanidad, Roberto Speranza compareció este miércoles en el Senado y llamó a “no cometer errores” y sucumbir a un “fácil optimismo porque existe el riesgo de comprometer los sacrificios hechos hasta ahora”. “No se deben confundir los primeros signos positivos como una señal de que ha cesado la alarma”.
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— Venezuela al Dia (@venezuelaaldia) April 1, 2020
La reapertura del país genera todavía gran incertidumbre. Especialmente en lo referido a la erradicación definitiva del virus y la posibilidad de que pudiera volver a propagarse si Italia vuelve a la normalidad antes de tiempo. ¿Se puede abrir con un número elevado de contagios? La fecha del 4 de mayo circula insistentemente entre el Ejecutivo. El ministro de Sanidad ha advertido de que “sin una vacuna nunca se ganará a la Covid-19” y que “por un corto período habrá que saber cómo manejar esta fase de transición y evitar la explosión de nuevos brotes”. “En nuestra batalla para vencer a este virus será decisiva la investigación científica”, ha añadido.
El confinamiento en Italia dura ya más de 20 días. La tensión en el sur empieza a manifestarse como un problema social. Se buscan medidas económicas que relajen la situación. También en la rutina familiar, para la que el ministerio del Interior decretó este martes la autorización a que los padres puedan acompañar individualmente a los menores a pasear cerca del domicilio durante un breve espacio de tiempo diario.
