El 15 de enero de 2018 quedó registrada, según diversas organizaciones, como una fecha en la que Nicolás Maduro dejó claro su nivel de violación de los derechos humanos con el asesinato de Óscar Pérez, un ex funcionario de la policía científica que se rebeló en contra del régimen socialista.
Por El Nacional
Ese día, alrededor de 500 integrantes de los cuerpos de seguridad del Estado tomaron los alrededores de una quinta ubicada en la urbanización El Araguaney, en el kilómetro 16 de El Junquito. El régimen había activado la Operación Gedeón, que tenía como objetivo liquidar a un grupo que calificó como terrorista.
Uno de los aspectos que marcó la ejecución fue que el ex policía difundió a través de las redes sociales los intentos fallidos de negociación y los intensos ataques por parte de los agentes del régimen. También participaron en la operación colectivos chavistas.
Óscar Pérez, en un momento, mostró, en un video en el que aparece con el rostro ensangrentado, su disposición de entregarse a cambio de que cesaran las ráfagas de disparos. Los venezolanos siguieron minuto a minuto al ex inspector del Cicpc que se había convertido en una figura tras rebelarse contra el régimen luego de su primera aparición durante la protestas de 2017.
Durante el operativo, Pérez también envió un mensaje por Instagram a sus hijos: “Sebastián, Santiago, Dereck… saben que hemos hecho esto es por ustedes, por todos los niños de Venezuela. Espero verlos muy pronto, los amo hijos, los amo”.
“Queremos entregarnos y no nos dejan. Tienen órdenes de matarnos”, dijo después, cuando se intensificaron los tiros. A continuación, los funcionarios con un lanzagranadas atacaron el lugar donde se encontraba Óscar Pérez, y dejaron en ruinas la vivienda.
Casi un día después, Néstor Reverol, ministro de Interior Justicia y Paz para el momento, reveló que Pérez y otros 6 miembros de su movimiento fueron eliminados y otros 8 integrantes detenidos. También aseguró que 2 policías murieron en el operativo, que duró 10 horas.
Entre las personas fallecidas en ese suceso estaban los aliados de Pérez: Daniel Enrique Soto Torres, Abraham Israel Agostini Agostini, José Alejandro Díaz Pimentel, Jairo Lugo Ramos, Abraham Lugo Ramos. Además, murieron dos funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana y el líder del colectivo Tres Raíces, Heiker Vásquez.
Una mujer, posteriormente identificada como Lisbeth Ramírez Mantilla, también fue asesinada.
Lea la nota completa en El Nacional