La Academia de Medicina de Venezuela pidió este lunes que las pruebas de candidatos a vacunas en las que participe el país tengan garantizadas el respeto a criterios éticos y científicos, después de que el presidente Nicolás Maduro anunciara la llegada de 60.000 dosis de Cuba para una fase de ensayos clínicos.
“Si se llega a proponer que Venezuela participe en pruebas experimentales de candidatos a vacunas, se debe asegurar que las mismas se lleven a cabo respetando los requerimientos éticos y científicos y que dichas pruebas representen una ganancia estratégica para nuestro país”, reza un comunicado de la academia.
Maduro informó este domingo que Venezuela recibirá, la primera semana de abril, 60.000 dosis de los proyectos de las vacunas cubanas Soberana 02 y Abdala, con las que el país participará en la fase final de ensayos clínicos de estos antídotos.
En una alocución televisada, el mandatario anunció que 30.000 unidades de cada una de estas vacunas llegarán al país para ser aplicadas en la tercera y última fase de ensayos, tal como ocurrió con la rusa Sputnik V, que escogió a Venezuela como el primer país de América para sus estudios.
Tras este anuncio, la Academia de Medicina recalcó que es de “especial importancia” asegurar “que la ciudadanía no confunda el acceso a una vacuna de reconocida seguridad y eficacia, con participar como voluntario en una fase experimental de un candidato a vacuna”.
“La conducción en paralelo de ambas actividades puede crear confusión y poner en peligro la efectividad de un Plan Nacional de Vacunación contra la covid-19”, subrayan.
Además, reclaman que “para combatir la epidemia, Venezuela debe importar urgentemente vacunas de reconocida seguridad y eficacia basada en evidencias científicas publicadas”.
La Academia también destaca que “la epidemia de la covid-19 en Venezuela cada día aumenta de intensidad”, por lo que “se hace necesario reforzar las medidas de prevención, tales como el uso de mascarillas, distanciamiento físico, e higiene personal”.
“Aunado a ello, se debe implementar de manera urgente un Plan Nacional de Vacunación creíble. Dicho Plan debe utilizar vacunas que ya hayan demostrado ser seguras y eficaces”, subrayan.
Con respecto a estos proyectos, sostienen que “muchos de los llamados candidatos a vacunas, que son productos experimentales cuya seguridad y eficacia no ha sido demostrada”.
“Dichos candidatos a vacunas deben seguir un proceso riguroso de investigación preclínica (en animales de experimentación) y clínica (en voluntarios humanos) antes de ser considerados como verdaderas vacunas”, añade la información.
Acerca de la fase 3, la Academia de Medicina explicó que “normalmente incluyen miles de voluntarios humanos, donde algunos reciben el candidato a vacuna y otros reciben un placebo, para así determinar si la vacuna es efectiva en prevenir infección o enfermedad”.
Esos estudios experimentales, añaden, “generalmente se hacen en el país de origen del candidato a vacuna, y deben conducirse bajo un estricto control de los aspectos éticos y científicos internacionalmente aceptados”. EFE
